TRES POEMAS PARA MI MADRE
I
Así como el cemento
le abre paso a la hierba,
de la cicatriz de su axila nacían flores
de Narciso.
Sus pétalos resguardaban
una corona amarilla.
Después de un tiempo
te preguntás
si la belleza no es aquello
que resiste.
II
Mi madre exhibe su cicatriz
va desde la axila hasta su teta derecha
parece una hilera de luciérnagas
¿Las viste en el campo oscuro?
Centellean
sin que nada importe.
III
Con mi madre caminábamos
por el cementerio
era un atajo entre mi casa
y la escuela.
Nos gustaba leer los nombres
de las lápidas,
contar los claveles.
Los senderos eran estrechos
el verde prevalecía por sobre todo
lo demás.
Ahí conocimos la matriz del silencio.
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