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Un rayo atraviesa las capas del aire
como quien quiere cortar de seco
el pan de ya varios días.
Las líneas de la tormenta proyectan
un destino de piedras blancas
y se escucha la predicción a chorros
sobre los techos de las casas
¿Quien pudiera adivinar lo transitorio,
la suerte que se posa en los latidos más minúsculos?
Adivinar la sombra del gesto en tu boca
replicada en otras caras
replicada en otros cuerpos
¿Quién pudiera sortear los esquivos vientos
Amarrarse por entera al encaje de los luceros?
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